domingo, 13 de noviembre de 2016

Un verano fabuloso (3): Sigue Bailando!

Pues bueno, nos hemos retrasado un poco, pero al fin llegamos a la última parte de esta aventura (en lo que spinning se refiere). La verdad me quedan muchas cosas que podría contar, pero me voy a centrar en 3 días, los cuales merecen ser mencionados.

*Día 1: Seguramente una de esas jornadas que aunque pasen los años seguiré recordando y añorando. Una tarde de esas donde las cosas no empiezan como esperas. Muchos kilómetros a las espaldas para percatarte de que el lugar que pensabas patrullar esta impracticable. Es ahí donde tomas la decisión de echarte la mochila a la espalda y comenzar a caminar, y que sea lo que dios quiera.

Pues bien, tras caminar y caminar, localizas desde lo alto del acantilado una rompiente que te llama mucho la atención, y ahí decides bajar a ella y probarla. Una espuma densa invade el pesquero de a penas 1 m de fondo. Es hora de montar los minnow y arriesgar esperando no engancharlos con los obstáculos.

No llevar ni 5 min pescando y sentir la primera acometida, la cual dobla al completo tu caña y comienza a aprovechar la corriente para ponerte las cosas muy muy difíciles. Hay momentos donde no sabes si realmente una piedra te acabará por joder, así que pones el modo "Forzador ON" y comienzas a jalar del pez sin dejarle reaccionar.

Ahí este cambia su estrategia, y comienza a brincar como un loco, y en todo momento lo ves. Al final una ola te pone en bandeja de plata a tu rival, el cual no puede ser una mejor captura. Una baila inolvidable, la mayor que jamás hayas sacado, en una talla brutal para la especia, la cual será muy muy difícil superar algún día.



Sin duda ya con esta captura, la tarde sería recordada por mucho tiempo, pero aún faltaba llevarse a la boca una nueva sorpresa. Ya cuando no esperabas nada mas, sino te dedicabas a disfrutar del momento, llega una nueva acometida en la misma orilla.

Esta vez el pez pelea de forma diferente, no sabes diferenciar de que se trata, pero cuando levantas la caña y vez una gran boca blanca, abierta de par en par, asomar entre la espuma, ya te haces una idea de lo que es. Una maravillosa lubina, la cual logro levantar en peso.

Una alegría extra, ya que también se trata de la mayor que he logrado capturar hasta la fecha. Un momento inolvidable, el cual culmina con la devolución a su media de esta maravilla de animal. Sin duda fue ahí donde comprendí porqué apasiona tanto este pez a medio mundo, el verla irse en paz entre la espuma, es una sensación difícil de igualar. Sin duda la guinda para una tarde inolvidable.




*Día 2: Este día estuvo marcado por la inactividad. Absolutamente ni un solo roce en horas y horas de lances entre la espuma y la profundidad. Ya al mediodía, sin esperanzas ni ganas, decides anudar un minnow y ponerte a patrullar las orillas en busca de algún sargo.

Pero ahí, vuelve a aparecer con toda su fuerza la famosa Ley de Murphy, y cuando vas preparado para pelear animales de kilo, a parece el pez mas grande que jamás has tenido al otro lado de la línea. Los metros vuelan de tu carrete con una facilidad pasmosa, y vez al monstruo ante ti.

La madre de todas las anjovas, mas de 1m de carángido ante mi. Pasan los minutos y empieza a verse alguna esperanza de que el pez venga a mis brazos para la foto, pero en eso de repente plufff

Algo falla, pienso que se ha desclavado o a abierto un triple, pero mi sorpresa fue ver "la trinca" que une el bajo al artificial completamente deformada. Una gran decepción me invadió, ya que llevaba todo el verano buscando ese pez, pero bastó un día no ir a por el, para que viniese a saludar.

¡Para ya Murphy!


* Día 3: A mal tiempo buena ! Eso es lo que pensamos mi acompañante y yo aquella tarde de agosto. Una de esas tardes donde a pesar del calor infernal, no dan ni ganas de irse a la playa. Vientos endiablados, mar de fondo y una calima espesa como si de la espuma de un capuccino se tratase.

A pesar de ello, nos encontrábamos a las 4 de la tarde ahí pegados al mar. Las olas nos hacían posicionarnos en zonas mas altas de lo normal para evitar incidentes, y fue esto lo que me otorgo poder visualizar un momento fabuloso.

Estaba trayendo mi minnow con tirones suaves entre las olas, y mi posición me permitía verlo en todo momento. Durante un momento le perdí la vista al pasarle una ola por arriba, pero cuando volví a localizarlo me veo una figura canela posicionar tras este con mirada atenta.

Ahí un cambio de velocidad fue el detonante de una fuerte embestida por parte de esa figura canela. Ahí comienza una batalla corta pero intensa, donde el pez comienza a saltar en el agua alocado. Voy buscando acercarme a la orilla para levantar al pez, el cual ya tenía a la vista, pero fue ahí donde una gran ola me sorprende.

Yo logro esquivarla pero noto como ha agarrado a mi contrincante y directamente lo "estampa" contra las piedras. Acto seguido me acerco hasta donde estaba y la veo. Una preciosa pintona, la cual había "fallecido" en el acto. Como veréis en la foto, sobre su frente se ve asomar su masa encefálica.



Y bueno, con esto cerramos el apartado de spinning. Me quedan cosas por contar, pero no os quiero aburrir y con esto va lo mas destacado de un grato verano. Con ganas ya de repetir !!!

 

2 comentarios:

  1. Buenas bailas compañero, lástima que la trinca no aguantara, ibas muy fino no?

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  2. Muchas gracias !!! Si que iba fino, con a penas un 0,10 de hilo, y una caña de poco mas de 20 gr... No iba buscando nada serio, y se cruzó el gigante... La ley de Murphy en estado puro :/

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