miércoles, 6 de enero de 2016

Unos mazapanes, un turrón, una caída y un objetivo cumplido: Crónica de los últimos días de la temporada 2015 y primeros de la 2016 (Parte 1)

Pues bueno, me vuelvo a sentar frente al ordenador con el objetivo de resumir lo que ha dado un último arreón que hemos dado a la temporada 2015, y como fueron los primeros coletazos de la 2016. Espero poder contar lo mejor posible lo ocurrido durante este tiempo, porqué ha dado para mucho...

¡Vamos allá!

Todo comenzaba con un encuentro muy deseado. Gracias a mi desplazamiento por navidad, pudé organizar una quedada con dos colegas mios de mi isla vecina, Rayco y Nelson. Nos esperaba un amanecer de campeonato, concretamente casi a las 4:00 am estabamos ya en pie, dispuestos a dar unos cañazos en busca de alguna piezita que nos alegrase la mañana, piezas no se dejarón ver, pero la motivación, los buenos ratos y las risas si que no faltarón. Nos comimos un bolito, pero eso fue lo de menos...






Tras esta jornada tocaba cambiar de emplazamiento. Nos precedieron un par de horas de barco con una mar como un demonio, pero por suerte logramos llegar a nuestro destino. Tocaba reunirse toda la familia, miembros tanto isleños como de la península, con el objetivo de disfrutar del fin de año, y yo para variar, me lleve las varas para catar como estaba la situación...

A lo largo de todos los días, el mar de fondo fue la tónica general, pero quisimos probar suerte aún así. El primer amanecer comenzó potente. En esta ocasión me llevé el equipo hard, sabiendas de que la zona que iba a tratar era complicada... Primeros lances con unas olas que intimidaban, pero entre tanto mirar la ola para quitarse de en medio cuando venía, se produce la primera picada. Un animal muy bueno ataca mi Proteus 130, lanzandolo por los aires, pero no logro clavarlo como me gustaría. Poco después, pruebo uno de los señuelos que mas ansiaba testar, el Jugulo Jerk 180 lc, y poco tardé en ver que a los peces les hacia gracia...

Un par de lances con él, y cuando lo arrimo al veril, me lo frenan en seco, carrera dura contra las rocas y corta de cuajo el hilo, ¡Vaya comiencito! Vuelvo a montar todo, y anudo mi nuevo Shore Line 17, un buen lance, recogida rápida y estrenamos el casillero... Un precioso agujasaurio posa con aspecto fiero para la foto, y acto seguido vuelve a casa...


Pocos lances después, estreno otro de mis nuevos señuelos. El SJM 100, un par de toques rápidos y un pejerrey sale disparado tras él. Clava a las mil maravillas gracias al simple, y con otra fotica rápida vuelve a agua a seguir creciendo.





El empeora aún mas con el cambio de marea, y el pesquera comienza a estar intransitable, y me dispongo a echar los últimos lances. Anudo el otro Jugulo Jerk que me quedaba, lance lejano que comienza con una frenada en la lejanía (pero se suelta), pero en ese mismo lance sigo dandolé al Jerk, y bajo mis pies se produce otro ataque que se salda con el segundo pejerrey del día, el cual dió candadazo a la jornada, ya que mientras lo intentaba desanzuelar, este se revuelve y me clava bajo el pecho uno de los triples del señuelos, el cual me aportaba una importante molestia, por la cual y a la vista del estado de la mar, preferí cerrar el día de esta manera.


Llegaba el segundo día, donde el objetivo principal era repetir en el mismo lugar del día anterior, a la vista de los resultados. Pero solo se quedó en deseo... La mar hacia imposible la acción (era un suicidio), por ello buscamos otro lugar para tentar a la suerte. En este la mar estaba mucho mas pacífica (tampoco la costa era igual) y se podía pescar comodamente.

Casi un año después, volví a encontrarme con los agujasaurios de verdad (apelotonados por la procreación) y fue un espectaculo. Cada lance habían picadas, persecuciones y muchos fallos (debido a sus huesudas bocas). Viendo que nada funcionaba, anudo mi WTD 110, y me divierto viendolas atacar en superficie, pero sorprendentemente una queda prendida de este, y no era precisamente la mas pequeña...

Una corta pelea con muchos cabezasos y brincos que se saltan con un agujasaurio de los gigantes, sencillamente guapísimo...





Pero su actividad no duró mucho más. Desde que el sol acabó de despuntar por el horizonte, cesarón su acción, y salvó un toque extraño, era hora de cambiar de emplazamiento... Sinceramente no me experaba las dos cosas que me pasarían en este nuevo lugar, pero bueno, sigamos con la historia.

Llegue a una zona nueva para mi, la cual se basaba en unos acantilados que debían ser descendidos por pequeños caminos. Sin muchos problemas llegue abajo, una zona de aguas cristalinas, con lagunas y alguna playita. En estas esperaba encontrarme alguna pequeña baila o anjova, pero no lo que me encontré.

En una de estas ensenadas, lanzo mi SJM 100, pegadito a los bordes, lo animo a twiching, y de buenas a primeras se produce una parada tan seca que pienso en enroque, pero no era así. De buenas a primeras noto dos cabezasos brutales y empiezo a ver como los metros de hilo de mi carrete salen volando (todo esto con el equipo liviano, compuesto por la 10-28gr y el carrete 2510). Sinceramente, dudo que nunca antes haya peleado tanto tiempo con así (y todo esto en 1 metro de agua), era sencillamente exagerado, y la verdad me veía muy superado, pero pasando los minutos el animal se iba cansanso y veia una luz al final del tunel (quizás esta podía ser la ocasión de hacerme con mi ansiado monster), pero aproximadamente a unos 60 m de la orilla, se alza una gran ola y le veo la silueta (sencillamente era gigantezco), y en eso veo como esa silueta corre hacia de uno de los bordes rocosos de la ensenada y... PLAFFF !!! rompió...

Una vez ocurre esto, recojó el hilo y veo como logró cortar contra el borde rocoso, ¿que era? nunca lo sabre, posiblemente por el entorno se tratase de un dentón antológico (que puede rozase las 2 cifras), pero nunca lo sabré. Tras esto recojo, y empiezo a caminar hacia la subida del acantilado... Ahí cometo el error de confundir el camino de subida, y empiezo a recorrer una zona de roca que no estab igual de sedimentada, y cuando estaba como a 5 m de altura... Se produce un momento que solo aparece en las pesadillas, pero que me toco vivir en persona a mi...

Piso sobre una roca que se desprende, y yo con ella, intento agarrarme con los brazos, pero me escurro, me acabo soltano y caigo a plomo desde esa altura. La verdad, cuando se habla de ver pasar la vida por delante, este momento fue uno de ellos. Tras caer esos metros a plomo, tengo la divina fortuna de caer de espalda sobre la mochila llena de bolsas y demás amortiguadores, y echar a rodar barranco abajo...

Una vez se frena mi caido, me cuesta unos instantes volver en si, ahí intento comprobar que no me rompí nada, y así fue (tuve esa fortuna). Y me quede con un doloroso recuerdo, pero para lo que pudo ser, poco fue. Sin duda, esto, no lo olvidaré jamás, un susto de los de manual...





Tras esto, ese día y el siguiente me lo pase en reposo, sin apenas moverme debido a los rasgones, y los hematomas producidos por los impactos, pero una vez que me quitaron las gazas y vendas que me salvaban de las infecciones, quise probar fortuna, no podía aguantar mas tiempo encerrado en el apartamento sin hacer nada, salvo estudiar y ver la tele, necesitaba volver a sentir el salitre, y así lo logré.  

Todo comenzó con una mañana cargada de piezas, de reducido tamaño, pero el sorpresón llegó al atardecer. Llevaba muchas horas a orillas del mar, las heridas cada vez molestaban mas, y solo tenía ganas de descansar, pero entre tanto, pescando en una cuarta de agua con el shore line, doy un par de toques de puntera y recibo una picada franca, de nuevo con el equipo liviano. Caña doblada y carrete trabajando el pez despacito, pero sin pausa...

Tras una corta, pero intensa pelea, una ola me deja en seco mi pieza de la temporada, que mas por el tamaño fue por lo que valió emonocionalmente para mí, tras tanta mala suerte acumulada... Una preciosa lubina, salvaje, y en aguas canarias. Un trofeo que por aquí digamos es mas que escaso, y mas con este tamaño, pero neptuno quiso recompensarme de esa forma para acabar en el descuento, y de la mejor forma posible la temporada.








Y de esta forma acabamos la temporada 2015, con unso días cargados de buenos momentos, desiluciones, un susto que jamás recordaré y un pez mas que bonito y raro por estos lares...

Respecto al comienzo del 2016, lo dejamos para la próxima ocasión ;)

Un saludo y buena pesca !!
















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