jueves, 25 de febrero de 2016

Una nueva aventura a las espaldas, en inmenjorable compañía

Hace ya un par de semanas que hemos regresado de nuestro último viaje, en compañía de mis amigos Fabi y Peña, donde a pesar de que la pesca no haya sido la mejor, hemos disfrutado de momentazos difícilmente igualables, los cuales iremos desengranando en los siguientes párrafos...

Día 1: Una trascada antes de la llegada

-Amanecíamos bien temprano, las ganas por volver a la octava eran gigantes, e incluso se palpaba un cierto nerviosismo por ver que nos encontraríamos a la llegada. La primera mañana nos salió, digamoslo así, regular. Por cosas del destino no acabamos llegando a la hora deseada a la octava, nos tocó ser pacientes y esperar a que las horas pasarán, pero todo acaba llegando, y a eso de las 4 de la tarde ya estábamos en el barco, rumbo a nuestro destino, con la consecuente alegría



Tras un corto trayecto, ya pisábamos nuestro destino. Un auténtico flujo de grandes sensaciones nos invadían, y solamente queríamos desenvainar nuestras cañas e ir a lanzar. Por tanto, llegamos al apartamento, dejamos las maletas, y con las mismas salimos rumbo a las orillas.

Tan solo teníamos una escasa hora para pescar antes de que la noche llegase, pero lo necesitábamos. Los peces en esa tarde no se dejaron ver, pero nos gozamos un atardecer de película. Tras esto retirada, y acondicionarnos como debía ser para la próxima mañana darlo todo.

Día 2: Un amanecer para el recuerdo

-Sonaba el despertador a eso de las 5 de la mañana, tocaba saltar de la cama, poner la cafetera a encender, y salir por patas al pesquero.

Antes del amanecer ya estábamos en la zona escogida, y a pesar de la oscuridad ya estábamos dispuestos a empezar a lanzar como posesos. Nuestra ilusión e insistencia obtuvo frutos, y nada mas al comenzar, Fabi abría el casillero del viaje, con una preciosa bicuda, y nada mas ponerla en seco, peña ya estaba clavado también, esta vez con un bicho de mas kilaje.

Yo me encontraba a un par de metros, con el agua por las rodillas, viendo el espectáculo, y cuando me disponía a recoger para ir a ver si hacia falta ayuda, ¡PAMMM! picadón en carrera, y se daba el pistoletazo de salida a la pelea mas larga que jamás he tenido a spinning.

Mientras yo comenzaba mi combate, peña terminaba el suyo, sacando del agua un bonito de los de recordad, mientras tanto, yo seguía a lo mio. Al principio parecía que mi contrincante se vendería fácilmente, pero me sorprende con una sacada de carro muy hardcore, a la cual me veo obligado a dejarle cancha hasta que fuese perdiendo energía.

Tuvieron que pasar unos 10 min hasta que el pez volviese a estar relativamente cerca de mi, siendo ahí donde Fabi le daría al PLAY en la cámara de video para comenzar a guardar los instantes finales de la pelea. Tras un par de intentos de subirlo por la seca, decidimos caminar un poco hasta una zona sumergida, donde me introduzco para agarrar a mi oponente.

Mi nuevo record personal de Sarda sarda, una gozada de pez, por todo, combate y todo. Sin duda un amanecer para el recuerdo...

 

 
 

 

Pero la mañana no acabó ahí, y es que faltaba que Fabi se diese su primer atracón de bichos. Estábamos Peña y yo revisando nuestros equipos para ver como habían quedado tras las batallas con los bonitos, cuando en eso se oye,  ¡EPAAA! Fabi ya estaba clavado, con otro bonito de nivel.

La pelea fue una auténtica gozadera (al igual que las anteriores), carrerones en todas direcciones, cabezeos, y para rematar una estampa con uno de los mayores bólidos de los mares Canarios. Sin duda de 10.


 
 
 

Ya transcurría la mañana, y nos preparábamos para la retirada, pero justo antes, Fabi volvió a sacarse otro as de la manga, y vuelve a estar pegado con un buen bonito. Esta vez mi amigo puso en práctica su expresión "Partir el cogote" al pez, y sin darle opción, el solito acaba poniendo en seco a otro precioso bonito.

 
 

Con esto dimos por finalizado el cual fue, sin lugar a dudas, el mejor amanecer del viaje, respecto a actividad, y peces. Esa tarde, tocaría dar una pateada de las que hacen pupita, con nulidad de resultados, aunque creo que mejor pasaremos a la siguiente mañana, la cual dudo que fabi pueda olvidar en su vida...

Día 3: La mañana de Fabi, el monster del viaje y una nochecita animada

-Volvíamos a regresar a las orillas a primera hora de la mañana. Y se repetía parte del guion del día anterior. Tras los primeros lances Fabi ya se había hecho con su segunda bicuda del viaje, otro ejemplar mas que majo, que le alegro esos primeros momentos de la mañana.

Tras movernos un poquito, e intentar por Tierra, Mar y Aire, Fabi vuelve a estar pegado. Esta vez se trata de un bicharraco XXL, que arremete contra su artificial a raz de fondo, y del cual no sale por nada del mundo.

Es poco el tiempo que Fabi logra alejar a este mastodonte de las afiladas cloacas, las cuales acaban quebrando su línea y dejando libre al pez. En ese momento supuso un mini bajón, pero creo que mi compi aún ignoraba lo que le esperaba unos buenos kilómetros de pateo después.

Y es que, entre tanta cala en la cual nos paramos a probar, observamos en una algo extraño. Se ve un aguaje raro en la orilla, y ahí Fabi es el mas listo de la clase. Sale escopetado hacia la orilla, lanza, y tras un par de toques, pegó uno de los que seguramente sean los peces de una vida. Un monster de lso gordos, el cual le haría sufrir y gozar por partes iguales durante unos buenos minutos.

El pez corre, hace resistencia y busca decenas de estratagemas para lograr romper la línea, pero Fabi esta fino, y logra que cada una de esas intentonas acabe en decepción para el pez, y alegría para el equipo.

Tras esto, vemos al animal, y lo logramos poner en seco. ¡EL REY DE REYES! un pejerrey precioso, el cual dio un peso de 7kg en la báscula, sin duda una pieza de ensueño... ¡Felicidades amigo!





Ya para colocar la guinda a este momentazo, logramos que este auténtico rey de los litorales canarios volviese a casa, para buscar seguir procreando a esta especie, la cual NUNCA me cansaré de decir... ¡Es la mejor que puede haber en estas tierras! ¡Larga vida al rey de reyes!


 
 

Tras este momentazo, seguimos intentándolo durante un poco mas de mañana, pero la actividad, como el resto del viaje, fue casi nula. Lo que si cabe destacar el Fotón que se marco Peña, con Fabi y conmigo en plena acción de pesca.

 
 
 
Tras esto, decidimos retirarnos, descansar un poco, y preparar el asalto nocturno, donde esperábamos hacernos con alguna piezita, en lugares donde el viento no fuese un hándicap, ya que un importante temporal se aproximaba, y las opciones se nos acababan.

Ahora dejamos el spinning momentáneamente para dedicar un poco de tiempo, Peña y Fabi a la pesca liviana con boya, y yo a mis queridos Lebranchos. Todos pudimos gozar de los que íbamos buscando, e incluso en una de esas, Peña pudo sacar su segunda pieza del viaje. Un pez que llevaba tiempo sin ver, y que siempre saca una sonrisa, no es otro que nuestro querido Abade.

 
 

Tras esto, Fabi y yo decidimos que es el momento de sacar los plásticos a paseo en busca de alguna sorpresa. Y es Fabi el que vuelve a clavar, dos bichos le "roen" dos vinilos XL, pero estos no logran clavarse, ¡Una pena!

Ya se hace de noche, el viento aumenta, y nos vemos mas limitados incluso con nuestra acción de pesca. Ya solo quedaba yo con los plásticos montados, siguiendo en mis treces, para apurar hasta el final en busca del pez, esta vez tengo la pizquita de suerte, cuando una preciosa bicuda arremete mi long minnow, devolviéndome a mis orígenes del spinning, donde fueron estos peces con los que mas aprendí y disfruté, sin duda, una captura especial.



Pero aún quedaba una sorpresita mas, y es que, a pesar de ser lo mas chico que logré cobrar en esta aventura, fue sin duda lo mas especial, y es que siempre es emocionante tachar de tu lista una nueva especie, con una nueva modalidad.

Así es, hablamos del Eging. Reconozco que hace no tanto llegué a estar loco por esta técnica, pero estar 2 años probando a saco, y tener una nulidad total de resultados, me hiso arrojar la toalla antes de tiempo. Pues bien, en este viaje Fabi nos había traido a Peña y a mi dos regalos... Dos pajaritas de eging de 4.0, especiales para nuestras costas.

Así que, pensé en probar con ella. Aflojé el freno del carrete, monte la pajarita, y la deje hundir lentamente, e iba improvisando mas o menos el movimiento de la misma.

Un par de lances después, ¡Sorpresa! se dobla la caña, el carrete chirria y se frena la pajarita. Llegó ese momento que tanto deseaba, y por el cual había dejado de pelear. Pero ahí estaba con un cefalópodo al otro lado, intento no perderle la tensión en ningún momento, y al final, alumbramos al mar, y lo vemos asomar, con sus cromatóforos a todo color, y sus brillantes ojos reflectando la luz de nuestras linternas.

Lo logro subir a una piedrita y dejarlo en seco. Ahí bajo y lo agarro. Sin duda una gran satisfacción, la mayor del viaje para un servidor. Tras esto damos por concluido el día (el viento el frio nos echaba para atrás)

 
 


Día 4: No doy una

-Comenzamos el último amanecer "en serio" del viaje, con un viento muy importante. Y para cerrar el ciclo, Fabi cobra la ultima pieza del viaje, otra buena bicuda. Peña también recibe una buena acometida, pero no da en el blanco. Pero sin duda esa mañana sería mía, acumulando 3 fallos, con un piezón de por medio.

El primero ocurre aún en plena oscuridad, cuando una buena bicu, le da duro a mi long minnow, pero no la logro enganchar. Ya con el sol asomando a lo lejos, me muevo un par de metros buscando movimiento, y encuentro un espumero mas que gracioso. Lanzo en este, y cuando mi artificial esta entre la espuma, sale de su guarida un abadejo como un burro, un animal de un buen par de kilos, el cual, engulle el señuelo, corre ferozmente al fondo, pero se suelta... Ahí creo me acorde de los santos de todo lo que existe. Y aún me queda un tercer fallo.

Una de las cosas que me hubiese gustado apuntarme en este viaje hubiese sido un bocinegro. Es un pez que aún no he logrado tachar de mi lista, y el cual tuve la opción de sacar, pero fallé, y es que rascando el fonod (literalmente) con un pequeño vinilo de 11cm, siento una picada franca. Poco después se destensa y saco medio vinilo, sin duda la guinda a una mañana gafada, la cual puede hubiese cambiado algo mi balance del viaje, pero bueno, ya será en otra ocasión.

El resto de día, no merece la pena comentarlo. El mar tiempo nos impidió hacer lo que queríamos, hasta tal punto que la mañana siguiente Fabi y Peña ya ni se animaron a probar suerte, yo fui, y lo único que rasque fue un frio de campeonato.

Resumiendo:

Este ha sido un viaje, donde lo que han brillado han sido los momentazos entre buena gente, donde han habido también alguna piezas, y un paraje sin igual aguardándonos.



Solo hay una cosa que me queda clara tras esto...

¡TENEMOS QUE REPETIR!

2 comentarios:

  1. Buenas pescas Antonio!, la verdad que la graciosa es una pasada ,yo fuí a finales de enero y el tiempo no me dio tregua, fui a la zona de caleta del marrajo y no cobré ninguna pieza a spinning en los tres días que estuvimos; de hecho un pedazo de mero me partió por arriba de la trinca un bajo del 0,70 en la punta del muelle justo con las rocas ...brutal.
    Un saludo!

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  2. Muchas gracias Compañero, la verdad que la graciosa siempre nos sorprende de alguna manera (aunque su efectividad haya bajado notoriamente durante los últimos años)...

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