sábado, 7 de mayo de 2016

El eging, ¿alternativa para salvar bolos inminentes?

Buenas a todos

Últimamente la cosa ha estado realmente floja, por decir que ha sido prácticamente nula la cosecha de capturas. Siempre que hemos podido nos hemos levantado antes de que el sol despuntase, hemos caminado por zonas desconocidas, hemos lanzado hasta en el descuento... Por arriba, por el medio y por abajo de la capa de agua, ¿los peces? buena pregunta...




Pero hay una carta que hasta hace bien poco nunca pensé en explotar, y es que... No solo hay peces en el mar. A raíz de que aquella fría noche de invierno junto a Fabi y Peña lograse por sorpresa estrenarme en una nueva técnica, he ido descubriendo un pequeño nuevo mundo.

De las pocas veces que he podido acercarme al pedrero, los peces me han dado esquinazo (y por insistencia que no sea). A sido ahí donde he podido conocer a una nueva especie.

Un precioso molusco cefalópodo, que puede no sea el mas batallador, pero su voracidad y "técnica" para cazar, han dejado encandilado a un servidor. Hablamos de la Sepia.

Mi primer encuentro con este animal mimetista se remonta a una mañana fría de primavera. Tras muchos lances consecutivos con los artificiales destinado a los grandes, monto mi pajarita, sin ninguna pretensión, salvo ir probando nuevos movimientos.

Esos momentos en los que te evades de todo lo que te rodea, solo están  el mar y tú separados a escasos centímetros. Mueves delicadamente tu pájaro, sintiendo en cada momento como contacta con el fondo, y se eleva (imitando a la tan codiciada gamba). En una de esas, ya casi a tus pies, notas que tras contactar con el fondo, algo impide que el pájaro vuelva a volar, se dobla tu caña y salen tímidamente unos metros de hilo.

Poco después ves algo asomando en la superficie, en un primer instante parece no lo vas a poder sujetar, pero al final, la suerte echa un cable y puede agarrarlo. Solo el tenerlo ante ti te sorprende su facilidad para cambiar de color, como hace a sus cromatóforos trabajar al son de un único deseo... "Pasar desapercibido"


 
 
 
Y como no es lo mismo contarlo que verlo, un pequeño video que muestra todo lo antes narrado... Mi primera sepia.

 
 
 
Era la primera vez que esquivaba el tan temido bolo con uno de estos animales, y la verdad fue algo que me gustó. Una situación parecida, y con la cual acabaremos este corto relato, aconteció en una jornada de pesca en compañía de mi amigo Rayco. Los caracteres eran todos iguales: un amanecer, muchos cañazos, resultados nulos... La única diferencia radicaba en que ese día, el sol estaba en todo lo alto.

Recojo mi Wtd 110, lo guardo en la caja, agarro mi pajarita, aflojo el freno, me meto un poco en el agua, lanzo y espero a que esta se hunda. Repetimos el proceso, leves toques que imiten lo mas posible a esa pobre gambita despistada. A medio recorrido, entre el fondo fangoso asoman algunas piedritas perfectas para que estos seres se camuflen. Dicho y hecho, el pajarito asoma frente a uno de estos, lo ataca rápidamente y poco después ya esta fuera del agua para posar a cámara.

De nuevo se vuelve a mostrar el maravilloso don de estos seres, mimetizándose a las mil maravilla en presencia de numerosas algas pardas. Un placer para los sentidos.

 
 
Un saludo a todo y buena pesca !!
 

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