¡ARRANCAMOS!

Se que es Febrero, sí, que ya es el segundo mes de este año 2015, que no son sus primeros días, pero bueno, como dice el dicho, "Mejor tarde que nunca", ¡Arrancamos la temporada!

Ya por fin, puedo empezar a dedicar algo mas de tiempo a mis andaduras marinas, y a pesar de todo, a pesar de estar inactivo casi dos meses, la vuelta no ha resultado ser tan negativa, y este 2015, si todo va bien, ¡Promete!

Hace ya unos días que inicie mi particular temporada, en un ambiente hostil. Como todos sabréis, estas últimas semanas, el mal tiempo a invadido todo el país, y Canarias esta vez no es una excepción. Las altas y bravas olas se han alzado a su antojo este tiempo, dejando en la tierra latentes las muescas de su fuerza impregnada en la misma. Aun así, tras un primer intento pasado por agua (tanto aérea como marina) donde el abandono fue la mejor opción, volvimos a intentarlo.

Un pequeño regazo de paz, aprovechable en el sentido de dar unos lances para desquitarse. Este breve intervalo, apacible pero intimidante no tarda en acabar, vuelven las olas, el viento, la lluvia y la tormenta. Aun así, nos plantamos y lo intentamos, lanzamos en contra del viento en reiteradas ocasiones, sin mas resultados que los índices de un bolo próximo. Hasta que, cambia la cosa, y comienzan a haber índices de vida.

Repetimos la secuencia, mi jugulo vuela a la lejanía, viene dando largos votes dentro del agua y es atacado en numerosas ocasiones, pero estos ataques no acaban en pieza. Pero, tras muchas veces repetir esto, acaba obteniéndose resultado, bajo un mal tiempo reinante. Vuelvo a verla, a esa pluma rosada que ondea al viento, una pequeña "plumona", que atacó, posó, y volvió a nadar.

Por arte de magia, desaparece esta junto a sus amigas, todas nadando juntas buscando refugio o simplemente cambiando de emplazamiento. Yo sigo en mis trece, lance y lance, al final, en plena caída el jugulo es retenido, el animal se debate con fuerza, desconozco su entidad hasta verlo cara a cara, preciosa como ella sola, la Bicuda, pero en vez de hacer como la Plumona, posar y volver a nadar, prefirió saltarse el paso medio, y con una violenta huida rompe mi hilo. Acto seguido una gran ola me empapa hasta los huesos, la cosa se pone muy fea, lo mejor es retirarse, pero no sin tener algo claro, ¡Necesito un hilo nuevo!

Ya son muchas cosas que he perdido por este, demasiadas, y al final, logré deshacerme de él, e inyectar de paso "Sangre nueva" a mi Stella, el cual la iba necesitando.

Ya con esto, concluimos la primera intentona, pero no será la última, me preparo para volver a ese lugar mágico donde todo es posible (aunque habrá que ver el viento como se querrá comportar).

Hasta entonces

¡Un saludo y buena pesca!